jueves, 28 de octubre de 2010

La música como elemento fundamental para la reconstrucción de la identidad timorense.

por: Daniela Viola, Educadora Popular
LA MÚSICA COMO ELEMENTO FUNDAMENTAL PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD TIMORENSE
PARTICIPACIÓN CIUDADANA: COMIENZO DE UNA NUEVA ERA
La experiencia relatada habla sobre un trabajo de campo realizado en el año 2004 en Timor-Leste, un pequeño país  ubicado entre Indonesia, al sureste de Asia, y Australia, el cual tiene una historia llena de detalles e idiosincrasias; por ser un país recién liberado posee  una diversidad lingüística muy interesante; cuenta con 1 millón de habitantes, y 34 dialectos diferentes.
Por un período de 25 años este país fue torturado con una política de genocidio que marcó para siempre a los ciudadanos timorenses; colonizado por Portugal en 1514 y luego explotado por  otros países que buscaban obtener sus riquezas naturales el país se tornó en una tierra de nadie, no tenían identidad propia. En 1999, después de un cuarto de siglo de tortura, miedo y falta de identidad, el pueblo Timorense luchó por la independencia; allí se realizó un referéndum para escoger  presidente de la Republica  e idioma oficial siendo escogido Xanana Gusmão como mandatario y el portugués como lengua, ya que esta fue importante para la liberación del pueblo.
Países como Brasil y Portugal se unieron para colaborar con la enseñanza del idioma y así empezaron las visitas a Timor con la intención de ayudar en la reconstrucción del país. Innumerables  eran los interrogantes y las inquietudes de muchos educadores antes de empezar a realizar un trabajo con el pueblo, ¿Qué identidad tendrían estos individuos ya que toda la vida habían tenido a Indonesia como referencia? Timor fue colonia portuguesa; las personas mayores hablaban portugués, pero por 25 años se les prohibió pronunciar alguna palabra en ese idioma y los jóvenes nacidos en esta época,  ¿qué idioma hablaban? Si los más viejos corrían el riesgo de ser ejecutados por comunicarse con lengua madre.
¿Qué afinidad tendrían estos Timorenses con el portugués ya que no todos conocían el idioma? ¿Cómo ayudar en la nueva identidad si nunca habían tenido una? Preguntas  como estas y otras eran firmemente pensadas para que la investigación sobre esta nueva ciudadanía fuera llevada a la práctica.
Descubrimos que su sistema de comunicación era precario; los comerciantes caminaban durante días por todo el país llevando cartas escritas en portugués a los desplazados que vivían en las montañas;    de esa manera se enteraban de los que estaba presos en Dili,  la capital, por eso para ellos el portugués era la lengua de la libertad.
Investigaciones previas nos mostraban que la música brasileña tenía gran influencia en la vida de los Timorenses, por eso esta, se convierte en el puente entre los oriundos y los extraños.  Nuestra propuesta era pautada en la metodología  de Paulo Freire, que no descarta la tutela intelectual sistematizadora del educador cuya obligación está en generar en el  educando ganas de más y mejor conocimiento, adquirir más, es decir, hacer que el educando alcance sus objetivos de sujeto cognoscente. El tema principal era trabajar como pedagogía de enseñanza la música popular brasileña para aprender la lengua portuguesa.
Se propuso distintas dinámicas que auxiliaran el descubrimiento de la rutina del Timorense, o sea, saber cuáles serían los temas y puntos de encuentro, en la cultura brasileña con la Timorense, para que hubiera correspondencia directa entre el discurso de las canciones trabajadas y la realidad cotidiana de los futuros alumnos.
Después de las consideraciones anteriores, el diagnóstico de los temas céntricos de la vida timorense y la elección apropiada del repertorio, fueron fundamentales para una adecuada aplicación en las clases debido a que nuestra propuesta era también hacer encuentros lúdicos afuera del ambiente escolar.
El trabajo diseñado consistía en la aplicación de estrategias de enseñanza recurriendo a la música popular brasileña para la comunicación en lengua portuguesa. La música, aunque un elemento rico de expresión, tendría la capacidad de cautivar la población para el aprendizaje del idioma escogido por ellos mismos.
Las clases comenzaban con todos en formato de rueda e iniciábamos con diálogos sobre sus experiencias, sueños y miedos, en cada clase trabajábamos dos canciones y todo su repertorio era ejemplificado con acciones teatrales, danzas y mímicas; todos tenían la palabra, realizábamos dinámicas para la deshibinicion, por ejemplo en las clases sobre cultura brasileña, la capoeira hacia parte del repertorio.
Las clases que hacíamos con música, eran grabadas y posteriormente tocadas en la radio, así los alumnos podían enseñar a sus familiares y amigos la canción estudiada; era una alternativa lúdica y de fácil acceso, ya que en Timor la música daba los buenos días al pueblo y en las noches susurraba a los oídos para guardar sus sueños.
Las alternativas de mejorar la comunicación, enseñanza lúdica y co-productivo fue planeada y ejecutada, fortaleciendo así la conciencia del educando cómo participante de un grupo social concreto, empezando a mirar sus propias identidades como sujeto de una comunidad y comprendiendo la grandeza de ser un ciudadano  con valores, historias y muchos proyectos a realizar.
En este sentido, Freire dice que la educación no es un acto de transmisión y sí de concienciación y la condición para que el hombre sea sujeto y no objeto en el mundo, es su capacidad de pensar y reflejar que lo posibilita superar la consciencia ingenua, analizando los hechos y la realidad social con criticidad; dialogando consigo mismo y con el mundo.
La propuesta fue muy bien recibida por la población timorense, hubo reciprocidad en la mayoría de las actividades, creando así un clima de armonía. Los educandos, al final, se sintieron parte del todo y, con mucha espontaneidad, compartían sus opiniones críticas e innovadoras. El principio de heterogeneidad fue respetado y las barreras del aula fueron superadas. Fue con la fuerza del trabajo en conjunto que los educandos y educadores garantizaron la buena comprensión y éxito del proyecto. La afinidad entre las culturas también fue elemento esencial para tal actividad, ya que el entendimiento de ambas partes (educadores y educandos) fue recíproco.
Nuestro trabajo no pretendía convertir la cultura timorense en una copia de la brasileña, descubrimos que son realidades distintas y de desarrollos y desdoblamientos dispares, tanto en espacio y tiempo, pero que trabajadas en una concepción horizontal se hace entender que ambas caminan en la misma dirección: la unión de los saberes, la participación ciudadana en la reconstrucción de sus identidades como sujetos de acción, nos llevó a contribuir en la formación de ciudadanos que reconocen sus derechos y deberes.

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